Todo empezó con una foto. La que le sacó Sergio Toriggino, el reportero gráfico de La Capital, en un partido de la Liga Casildense. Esa tarde no le fue permitido ir al banco de Alumni y entonces, para no perderse detalle, se trepó a un árbol lindante a la cancha y desde ahí hasta impartía órdenes. La imagen publicada en esas circunstancias impresionó al entonces presidente leproso Eduardo López y con su mediación fue a dirigir a Argentino, entonces gerenciado por los rojinegros. Fue la puerta al profesionalismo la que se le abrió a Jorge Sampaoli, el hoy entrenador de Emelec, que mañana pisará por primera vez una cancha de primera argentina, justo ante Newell’s, el club del que además es hincha.
Admirador de Marcelo Bielsa, el casildense Sampaoli aplicó sus métodos en los clubes de la Liga local donde dirigió a muchos (Alumni, Aprendices entre otros) y, sobre todo, cuando al fin pudo ejercer en el fútbol grande, claro que fuera de la Argentina. Desde 2001, cuando empezó su carrera en Juan Aurich de Perú, no paró de dirigir y de subir peldaños en su carrera. Y ahora lo encontró asumiendo el desafío de Emelec, al que agarró a fines de diciembre, sin esperar que se concrete una tentadora oferta de la Univsersidad de Chile.
“Sí, todo empezó con esa foto”, reconoce Sampaoli, feliz de estar en su ciudad, en el flamante hotel Cuatro Plazas, un lujo para Casilda, y de entrenar en las cuidadas canchas del Alazán Pata Blanca, Alumni, claro está.
“Esa foto la vio López, la vio el papá de Scaloni, que era de la zona, y me llamaron para que dirigiera Argentino en el 96. Después me fui pero volví en el 2001 para darle una mano en un momento muy dificil, pero entonces yo me iba a Perú y desde ahí no paré de dirigir”. Así vino Aurich, Sports Boys, Coronel Bolognesi y Sporting Cristal, para desembocar en el O’Higgins de Chile, su último club. Y en todos lados sus equipos pelearon títulos.
Pero ya metiéndose “en el desafío más importante de mi carrera”, dirigir en Argentina aunque sea con otros colores, Sampaoli reveló un costado sentimental hacia el rival que enfrentará. “Newell’s tiene jugadores de mucha experiencia y jerarquía, además de mucho recambio. Lo vi todo el torneo como seguidor e hincha, y más allá de la última fecha, mereció más que Banfield durante el año. Y justo me toca esta posibilidad, que me genera sentimientos muy encontrados”. Por eso reafirma: “Es muy loco, rarísimo que mi primer partido en una cancha de primera en Argentina sea ante Newell’s”.
“Sin dudas nos toca un rival muy fuerte, como cuando jugué la preLibertadores con Sporting Cristal ante América de México. Ahora por suerte ganamos la Copa del Pacífico ante el campeón colombiano (DIM) y el subcampeón uruguayo (Racing) marcando diferencias, pero este desafío es mucho más difícil”, sostuvo. “A Newell’s nadie va a llevarlo por delante, como nosotros los hicimos ante Independiente Medellín. Es más, lo he visto jugar en vivo de visitante, como cuando le ganó a Colón, y lo hace mejor”.
Y lo que más le preocupa de Newell’s es “su potencial aéreo. Entre los tres defensores y Boghossian promedian un metro noventa de alto y el de más altura nuestro es Mariano Mina, de 1,86”. ¿Y que tiene para oponerle Emelec? “Tenemos jugadores veloces y es un equipo muy valiente. Fue el que más puntos sacó en la altura el año pasado (en Ecuador, Emelec es uno de los pocos que juega en el llano) y es muy difícil que se someta en un escenario que seguro será adverso”.
El zurdo Sampaoli tiene claro que lo que viene “será un partido de 180 minutos y ningún resultado que saquemos en Rosario garantiza nada. Sí sería importante marcar goles, por el valor doble, pero más que eso será no ser sometido por Newell’s. Mi idea pasa por jugar de igual a igual acá y, como les dije a mis jugadores, con mucha intensidad”.
fuente: La capital